miércoles, 19 de mayo de 2010

COMO SE FABRICA UN ARBOL GENEALOGICO

A lo largo de los siglos, el ser humano ha tratado de encumbrarse socialmente, tratando de hacer creer a los demás, de la importancia de su linaje. Se compraban y vendían certificados de nobleza y de “limpieza de sangre” y todo ello he visto “fabricarlo” con tintes de veracidad, en papeles arrancados de protocolos notariales del siglo XVII.
Pues bien. Eso mismo se está haciendo hoy en determinadas escuelas de Tai Chi, cuyos orígenes llegan a remontarlos al siglo VI de nuestra era. Y para darle una base creíble, atribuyen a Bodidharma. A partir de aquí, no tienen más que preparar una serie de nombres chinos y generan al menos quince generaciones de estos patriarcas, hasta hacerlos enlazar con el autor del estilo. ¡Ya disponemos de un linaje! El creador de este árbol genealógico se siente contento de su hazaña porque ha metido un producto en occidente que le produce dinero.
Sin darse cuenta de que son linajes de purpurina, que rascas un poco en la superficie y aparece la herrumbre, no se sostienen. Sus “antepasados” con esos nombres tan raros, desprenden un “tufillo” de falsedad. Pero sea como sea, tienen seguidores que se dedican a realizar sus “danzas” y dicen que practican tai chi. Eso es problema de ellos. Quien sigue a un ciego, lo más probable es que se precipite por el barranco.
No les pondré nombres, porque sé que si hay alguien que lea estas “locuras” mentalmente y en silencio los irá reconociendo y estoy convencido de que si podríamos unir todos estos nombres que recordamos, la lista de linajes sería más extensa de lo que creemos.
Y ahora un mensaje para navegantes. Busca hasta que encuentres aquello que te satisfaga, sea auténtico o espurio, siempre que tu mente permanezca abierta a todo cambio.

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