sábado, 27 de marzo de 2010

TAI CHI. ¿SE TRATA DE UNA MODA?

Siempre hay a quien le gusta decir que la práctica del tai chi es una moda y que en cuanto pase, las aguas volverán a su cauce. Es cierto que siempre aparecen actividades, arropadas por grandes despliegues publicitarios miran a las demás actividades por encima del hombro, y al final se marchitan y desaparecen.

¿Qué pasa con el tai chi?

Si solo se difundiese por ser una moda, seguro que después de la cantidad de años de existencia, habría desaparecido por completo, sus adeptos se cuentan por millones y seguimos creciendo día a día.

Es cierto que hubo un tiempo en que se mitificó. Pasa como en todo. Alguien se encarga de comercializarlo. Se proclaman sus bondades a bombo y platillo, se crean cursos para sacar un dinero de ellos, y sigue la cadena, se autoproclaman “grandes maestros” y se generan libros y videos, en un porcentaje importante “engañabobos”, esto da origen a la creación de escuelas que “dicen enseñar tai chi”. Todo esto también es producto de moda, y me recuerda la fábula del roble y el junco:
“Cuentan que una vez crecieron juntos un junco y un roble. Al cabo del tiempo el roble se hizo un enorme y engreído árbol que menospreciaba al junco burlándose de esta manera:
- Qué pequeño y esmirriado eres. No vales ni el palmo de tierra en el que estás plantado. Ni siquiera tienes ramas y tu tronco no aguantaría ni un cuarto de kilo. Yo, sin embargo, soy grande, tengo poderosas ramas y mi tronco es mil veces más robusto que el tuyo. No sé ni siquiera por qué te hablo. Deberías enorgullecerte por esto.
El junco ni se inmutaba ante tales palabras, y se entristecía de que su compañero, el roble, estuviese tan pagado de sí mismo.
Un día un tornado arrasó la comarca y mientras que el roble se oponía a la virulencia del aire con todo su vigor, el junco se plegaba. Tan fuerte era el tornado, que terminó arrancando el roble.
Cuando llegó la calma, el junco se mantenía en pie, mientras que el roble cayó por creerse invulnerable, terminando por convertirse en leña para los leñadores.”

Algo tendrá el agua cuando la bendicen. Todas esta “modas” a largo plazo favorecen al tai chi. En los años que llevo de práctica, todo me indica que el practicante de tai chi, es un buscador, y cuando cree que su búsqueda ha quedado insatisfecha, busca por otra parte, hasta que encuentra algo que le satisfaga, y hace su propaganda con el boca a boca, no es la propaganda de los grandes canales de difusión, pero es más duradera.
Otro de los motivos por los que el tai chi no encaja en las modas es porque emplea la “selección natural”, de cada diez personas que se acercan con ánimo de aprender como máximo seis continúan, y de esas seis, menos de la mitad son constantes.
La moda es temporal y el tai chi, un estilo de vida.

No hay comentarios: